A menudo nos encontramos con temas repetitivos, que nos bloquean y paralizan, con los que tropezamos y no conseguimos solucionar. En la psicoterapia humanista, concretamente en la Gestalt, reciben el nombre de asuntos inconclusos. Son cuestiones pendientes, que no hemos conseguido “cerrar”, ni despedirnos de ellas, no las hemos resuelto porque no hemos sabido o no hemos podido, confiando en que de alguna manera desaparecerán por sí solas. De hecho, al igual que ocurre con las figuras incompletas que tendemos a percibirlas como completas, los asuntos relacionales y las experiencias tienden a cerrarse, a completarse, sin embargo en ocasiones este proceso no termina de darse.
Tómate un momento para respirar profundamente y centrarte en algún aspecto que ha conectado con lo que has leído, en experiencias que suceden a menudo y no terminan de resolverse. Quizás te vengan al presente imágenes, pensamientos, sensaciones corporales y emociones que conectan con aspectos del pasado y que nos invaden en el presente como si ocurriesen aquí y ahora, incluso como si fuese un sueño.
Este malestar actual nos habla de situaciones que no hemos cerrado, que no nos permitimos dejar atrás, de emociones no expresadas, límites no puestos o necesidades no expresadas con las que continuamos cargando. De esta manera las diferentes experiencias que hemos vivido acaban construyendo unos patrones de comportamiento y relación que nos perjudican en el día a día. Acaban siendo situaciones no resueltas, o mal resueltas, que se repiten o generan nuevas maneras de actuar que utilizamos para defendernos y gestionarnos de forma desadaptativa.
Desde el proceso terapéutico podemos hacer frente a estos temas enquistados y repetitivos, conociéndolos, dándoles forma, reviviéndolos y encontrando las herramientas para poder integrarlos en nuestra historia de vida, dejando de ser un lastre. Conectamos con las emociones, las sensaciones corporales, las personas implicadas, los recuerdos, las imágenes y los pensamientos que giran en torno al asunto inconcluso. Con ello, despertamos en nosotros aspectos internos como la toma de consciencia, el dejar ir, la responsabilidad, el autocuidado y la autorregulación como pilares para concluir aquello que sigue siendo una carga en el presente.
Rodrigo Martín Fernández
Psicoterapeuta y Criminólogo