Os presentamos algunas ideas para entender y acompañar la esquizofrenia desde la cercanía, la ayuda y el respeto por la persona.
¿Cómo es vivir con esquizofrenia?
Algunos de los principales malestares que experimentan las personas con dicha patología son:
• Expresar ideas que no tienen sentido, parecen estar internamente distraídos, o perciben hostilidad en otros donde aparentemente no la hay.
• Escuchar voces, como si alguien les estuviera hablando, o diciéndoles qué hacer.
• Creer que personas extrañas la conocen o que están hablando de ella, o que la televisión está mandándole mensajes especiales.
• Tener creencias que son contrarias a la aparente realidad o alteraciones en la forma de percibir las cosas.
• Hablar de manera desorganizada o incoherente.
• Las tareas del día a día, tales como comer, bañarse e ir a la escuela, pueden volverse difíciles.
• Alejarse de las interacciones sociales.
• Sentirse muy decaídos y tristes.
• Tener sensaciones de agitación (ansiedad).
Por lo tanto…
Al vivir en un mundo distorsionado, las personas pueden sentirse asustadas, ansiosas y confusas, y pueden vivir aterradas y recluidas. Su forma de hablar y de comportarse puede llegar a ser tan desorganizada que puede ser incomprensible o espantoso para los demás.
En parte debido a lo inusual de las realidades que experimentan, pueden comportarse de formas muy distintas en momentos diferentes. A veces pueden parecer distantes, indiferentes o preocupadas, e incluso podrían permanecer sentadas rígidamente, sin moverse. Cada persona reacciona de una manera diferente. Y es fundamental entender que no se trata siempre de una experiencia continua, sino que puede ir por rachas y a veces está muy relacionado con situaciones de estrés.
Soy un familiar/amigo… ¿qué hago?Conectar con la emoción
Lo primero, y más importante, es recordar que los contenidos del pensamiento pueden ser irreales pero las emociones que experimentan son totalmente reales.
Por eso, el acompañamiento y comprensión emocional nos permite conectar con la parte más “humana”, con la experiencia directa, más allá de entrar en si aquello que piensa o ve/oye es cierto, ya que solo lleva a la fatiga y el enfado. Un ejemplo podría ser:
Pongamos que una persona cercana está experimentando ciertas voces que le dicen que hay alguien que le puede hacer daño. Posiblemente nosotros sepamos que no es cierto, sin embargo podemos acercarnos a ella interna y emocionalmente si exploramos el miedo que debe sentir al escuchar eso, lo aterrador que debe ser y lo bloqueada que se puede llegar a sentir… para que desde aquí reciba nuestra compañía.
Muchas veces, este truquillo no es útil y nos vemos enredados en una conversación sobre la realidad de la persona, si es así, lo importante es no entrar en discusión ni en escalada con su punto de vista, ni descalificarlo, simplemente respetarlo y aportar una nueva perspectiva, otra forma de mirar el hecho, que le permita flexibilizar la creencia que tiene. Por ejemplo:
Vamos por la calle y nuestro familiar nos dice que siente que todos los hombres le miran raro, que no entiende la razón. Nosotros sabemos que realmente no es así y en el intento de validar su experiencia (pero no reforzar su creencia errónea) podemos darle una explicación alternativa como: “Quizás es que vas muy a la moda con esa chaqueta” o “Ya sabes que ahora con el tema de las mascarillas parece que nos conocemos todos, a mí me paso el otro día…”.
Acompañar
Otra manera de mostrarnos cercanos y comprensivos es acompañando a la persona a aquellas visitas médicas que tenga, para que sienta que estamos con ella, que entendemos y respetamos aquello que experimenta y, porque en muchos casos, no son capaces de comunicarse durante una evaluación, por lo que puede ser de gran ayuda nuestra presencia.
Crear una relación de seguridad
Desarrollando esta forma de ser y estar con la persona, puedes generar un espacio y una relación de confianza, aportándole seguridad, cuidado, regulación y sostén. Desde aquí es más posible que siga recomendaciones, como no dejar de tomar la medicación o mantener una higiene. Además, resulta tremendamente útil decirle todo aquello que te gusta de él/ella y, cuando observes algo a mejorar, transmíteselo en un momento en el que estéis a solas y no con gente delante. Es muy reconfortante recibir estos mensajes y saber que las cosas se pueden, y se están, haciendo bien. Permite mantener una actitud positiva para la recuperación.
Función alerta
También resulta muy útil, sobre todo en las primeras experiencias o en situaciones de recaída, poder mostrarse tranquilo y sereno, reconociendo las señales de que es posible que esté reviviendo una experiencia psicótica, pudiendo acompañarle en ese malestar. ¿Cómo hacerlo? Conociendo un poco más sobre del diagnóstico y, especialmente, conocer de primera mano cómo lo vive nuestro ser cercano.
Cuidarnos
Por último, y tremendamente importante, es cuidar al cuidador, ser respetuoso con nuestras propias necesidades y no olvidarnos de uno mismo, si el cuidador se encuentra mal no va a poder dar todo lo que le gustaría.
Rodrigo Martín Fernández
Psicoterapeuta y Criminólogo